1.El pensamiento lógico utilizado en los procesos cognitivos, operado en general por el hemisferio cerebral izquierdo, se manifiesta mediante el lenguaje y el lenguaje es un discurso unidimensional: se desarrolla en el transcurso del tiempo. Lo mismo acontece cuando la palabra hablada es traducida al lenguaje escrito. Pero el campo del conocimiento no es lineal, sino multidimensional y de alto nivel de complejidad; cada elemento unitario del conocimiento está vinculado a otros con los que mantiene relaciones de antecedencia, o de consecuencia, de similitud o de contradicción, etc..
2.Cuando, en el proceso de preparar un mensaje pedagógico, necesitamos establecer el orden de los contenidos del mensaje y, al mismo tiempo fijar los niveles a que serán tratados los diversos contenidos, no es fácil lograr que un discurso lineal de cuenta de las relaciones entre los diversos contenidos, lo que determinará la estructura del relato pedagógico. Para lograrlo debemos realizar reiteradas lecturas de ida y vuelta, memorizar algunos contenidos para poder relacionarlos con otros hasta, finalmente, establecer la relación ponderada entre los contenidos, el nivel a que debemos tratarlos y el orden que los estructura en el mensaje. Esto es válido tanto para un discurso verbal, en cuyo caso las dificultades se incrementan, como para un discurso escrito, en cuyo caso tenemos la ventaja de la memoria permanente que facilita la comparación de los diversos elementos del discurso.
3.Por ello llegamos a la elaboración de lo que hemos denominado “arborización”, que es un instrumento, y un proceso, destinados a dos funciones en forma simultánea. En primer término es un instrumento intelectual que sirve a, y facilita, una etapa del proceso de producción de los paquetes pedagógicos multimediales. En segundo término, es un instrumento que facilita el análisis grupal de algunos elementos básicos del mensaje pedagógico, y los aportes sociales a la construcción del mismo, ya que permite lograr una propuesta desagregando el conocimiento para su integración final con el nivel requerido y en un orden pedagógico.
4.Desde el punto de vista estrictamente técnico, es una o varias hojas de papel o cartulina de gran dimensión (0,60 x 0,80 aprox.) que se unen entre sí de acuerdo al proceso de desarrollo de la arborización y que, colocadas en una pared, permiten un análisis grupal de contenidos que, si fueran tratados por escrito, sólo facilitaría la lectura y análisis individual. Sobre estos papeles se escribe con plumón o marcador, con letra del tamaño adecuado, en general grande, para permitir la clara lectura y visibilidad de todos los integrantes del grupo. Se escriben códigos, o palabras, aislados, que indican en forma simultánea dos condiciones del tema que explicita el código: contenido y nivel. La distribución de las palabras en el eje de las abscisas (horizontalmente) va marcando la profundidad a que se desarrollan los contenidos y el orden interno de su desarrollo, en tanto que la distribución en el eje de las ordenadas (verticalmente) nos da una idea del orden de tratamiento de los diversos campos de contenidos que permitirá ordenarlos en unidades discretas o clases. A partir del código (o los códigos) inicial, se abren bifurcaciones y ramificaciones que recuerdan las de las ramas de un árbol, de ahí la denominación dada al instrumento.
5.La arborización, en la metodología de producción propuesta, se realiza después de haber efectuado el sondeo en terreno, para conocer, entre varias otras cosas, las restricciones que la carencia de saber imponen al productor rural, y la investigación académica que nos da luces sobre el conocimiento científico disponible para levantar esa restricción. La arborización precede a la producción del libreto, en que quedarán definitivamente establecidos los contenidos, el nivel de los mismos y el orden de exposición pedagógica adecuada a los interlocutores. A partir del libreto se podrán determinar los diferentes tratamientos (interpersonal, gráfico-literario, de trabajo práctico y audiovisual) que se darán a los diversos contenidos.
6.La arborización indica tanto el conocimiento que ya posee el productor como aquellos que no maneja y que van a constituir el núcleo del mensaje pedagógico. De no hacerlo así obtendríamos finalmente un discurso entrecortado y con escasa vinculación entre sus diversos elementos. Pero es claro que van a ocupar más espacio y a tener mayor desarrollo los nuevos conocimientos destinados a levantar las restricciones y, con ello, contribuir a mejorar las condiciones productivas, de mercadeo y de vida del productor. Es decir, la arborización es el proceso de construcción de un mapa esquemático del conocimiento necesario para completar el ya existente y que pueda responder a las preguntas básicas: ¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Cuándo?.
7.Es claro que el orden de exposición académico no siempre es el que facilita la mejor comprensión por parte del productor. En general, y a partir del sondeo en terreno, hay que buscar para la estructura del mensaje pedagógico aquella que más se asemeja a la estructura de relato que es más familiar para el productor, con el fin de facilitarle la comprensión del mensaje. Con frecuencia, en los mensajes sobre procesos técnicos productivos, el orden del proceso productivo es el más adecuado. El grado de desarrollo de los diversos contenidos se establecerá en función de la importancia que cada uno de ellos tiene para levantar las restricciones que sufre el productor. Tendrán mayor desarrollo aquellos contenidos menos conocidos, de mayor grado de dificultad y complejidad, o que pueden significar mayor grado de riesgo. Este mayor desarrollo se observará en el nivel de extensión horizontal de la arborización.
8.La denuncia explícita del problema o restricción que el paquete pedagógico multimedial se propone levantar, o atenuar, puede ser -y es aconsejable que sea- el primer momento de la arborización y, en consecuencia, del libreto y del paquete. De esta primera enumeración del problema y sus consecuencias, podrá derivarse el valor de uso que la propuesta pedagógica tiene para el productor.
9.En el proceso de construcción de la arborización será necesario tener en cuenta, en forma permanente, algunos códigos pedagógicos, para aplicarlos al conjunto de conocimientos que constituyen el tema y respetando dichos códigos lograr la estructura más clara y ordenada posible, siempre desde el punto de vista del destinatario de los mensajes pedagógicos.
bobinas dentadas
estuche película cortina
obturador
diafragma
pilas
enfoque
programas
visor lecturas
valores
fotómetro
arrastre
liberador
rebobinado
palanca
rebobinado automático
disparador
Cuerpo mandos autodisparador
regulador velocidades ajuste sensibilidad
controles contómetro
estuche
accesorios
correa
Cámara
Fotográfica
tratamiento
lentes
diámetro lentillas
Objetivo filtros
fija
distancia focal
características variable regulación
macro anillo
luminosidad regulación anillo
rel. c/dist. foc. y diaf.
profundidad de campo anillo indicador