Cuando hablamos de educación rural, en realidad estamos hablando de los modelos y sistemas de educación urbana transferidos, con apenas algunos cambios cosméticos, a condiciones muy diferentes de aquellas en que los modelos fueron elaborados. A nuestro entender es posible transferir
ciencia, dado
su presunto
carácter universal,
pero las
técnicas, los
modelos operativos
y las metodologías deben ser traducidas
a las condiciones locales,
so pena
de que se apliquen
con un alto riesgo de frustración y/o fracaso.
- Para ser claros vamos a exagerar un poco, o a mostrar tan sólo extremos de una gama que, además de blanco y negro, tiene múltiples grises. Podemos decir que, en principio, la función del modelo escolar urbano tiene implícito un primer objetivo: destruir la autoestima de la persona rural. Es claro que todo lo bueno, hermoso, valioso, apetecible e imitable, viene de la ciudad, básicamente a través de los medios masivos. Hace algún tiempo el dirigente de una comunidad andina me decía que la comunidad tenía dos agencias de turismo. Ante mi extrañeza y pregunta respondió que la primera agencia era la radio y la segunda la escuela. Todos los niños querían conocer ese mundo donde sólo había problemas afectivos, que siempre se resolvían, y todos los niños querían viajar a la ciudad para ver lo que les mostraban los libros de texto y que no existía en su comunidad. La segunda función, de nuevo extremando las cosas, es preparar a los niños y niñas rurales para migrar a la ciudad como mano de obra barata (para no decir otras alternativas de menor frecuencia como la delincuencia o la prostitución).
- ¿Cuál debe ser entonces la tarea del docente rural? Sabemos que no es un inversor dispuesto a invertir capital en el desarrollo local; sabemos que no es un investigador académico dedicado a desentrañar los problemas de la docencia y a la búsqueda de soluciones. Sabemos que es, fundamentalmente, un
comunicador pedagógico, y que, por tanto, su función prioritaria es compartir conocimiento científico
y técnico,
así como
valores humanos
y culturales.
Conocimiento o
saber que
pondrá a
los futuros
ciudadanos en
mejores condiciones
para negociar
su trato
con la sociedad y con el medio ambiente, tendiendo a conformar ciudadanos
con una
conciencia de
responsabilidad, solidaridad y respeto con los demás. Y cuando hablamos de compartir, sabemos que la tarea básica del educador es exponer ante los educandos la información y las habilidades necesarias para procesarla, pero que el aprendizaje es personal e intransferible.
- Sabemos también las dificultades que encuentran los docentes para realizar ese proceso. Operan con un “capital”, el saber, que tiene algunos rasgos particulares que dificultan su obtención o, al menos, su valoración. Es un capital intangible y los resultados de su aplicación se perciben a mediano y largo plazo, pocas veces de inmediato. El saber se le presenta al alumno rural con las estrategias urbanas,
en cuanto
a los códigos, como al nivel y estructura de relato. Pese a ello tiene ventajas notables: es el único insumo que no se agota con el uso, sino que, por el contrario, crece con la utilización; está disponible en grandes cantidades; se puede actualizar en forma permanente; y es inexpropiable.
- Pese a ser, como dijimos, su tarea principal, los docentes enfrentan dificultades ya que no siempre su formación involucra la comunicación pedagógica. Se cree que como todos sabemos hablar, todos sabemos comunicación y nada es más falso que esa creencia. La comunicación, más aún la comunicación pedagógica,
es una ciencia social que debe ser estudiada. Porque el conocimiento puede estar ordenado, básicamente, de tres modos diferentes. Una forma es el orden que le da quién lo usa para fines productivos. Otra es el orden que le da el investigador. Y la tercera es el orden de la socialización, es decir, el orden pedagógico; que es aquel orden que facilita la comprensión del conocimiento por parte de aquellos con los cuales queremos compartirlo: los alumnos. Este orden es el más difícil de lograr, pues requiere ponerse en la cabeza del otro, analizar su nivel de conocimientos previos, ver cuáles son sus intereses, descubrir cuál es la estructura narrativa
que mejor
comprende, y
a partir
de ello
construir el
discurso pedagógico
más eficiente
para la
propuesta de
compartir saber con el que no lo tiene y, aunque no lo sabe, lo necesita.
- Pero, para completar el panorama, tampoco el docente rural es dotado de los instrumentos y las metodologías de uso de los mismos que le faciliten la tarea. O, cuando le llegan estos instrumentos, no llega la formación requerida para su uso correcto. Llegan, en general, mitificados. Se supone que, por si solos y casi por arte de magia, van a solucionar todos los problemas que se enfrentan día a día en el aula. Parece ser que tener computadores y acceso a internet son la solución de todos los problemas que enfrentan la enseñanza y el aprendizaje. Nada más falso. Todo pedagogo sabe que hay que priorizar las neuronas sobre los electrones, y que esas máquinas maravillosas no sólo nos traen información valiosa, sino también juegos de alto nivel de violencia y capacidad de distracción, asì como pornografía, tanto infantil como de adultos. Del mismo modo, el docente tiene que trabajar en espacios físicos que parecen diseñados por antipedagogos. De nuevo, diseño urbano para el área rural. Y eso cuando se dispone de un local medianamente sólido y estable, ni que hablar de mesas y sillas, que en general más parecen instrumentos
medievales de
tortura.
- Pero quizá un problema fundamental se encuentre en otras dos líneas: la del modelo teórico de comunicación que se utiliza, y la de las condiciones de la unidad familiar y del entorno del alumno, es decir, las situaciones sociales
y económicas
en las que se desenvuelve, o ahoga, el alumno.
- En cuanto al modelo teórico de comunicación que todos conocemos, y que la mayoría de la gente y las instituciones ocupan, incluidos los medios, es el de Emisor – Medio – Receptor. No vamos a puntualizar aquí su origen, básicamente militar,
pero es
claro que
es un modelo que concibe la comunicación como un sistema donde se envían mensajes desde el que tiene poder, decide y manda, al desposeído, sin capacidad de decisión y que sólo puede obedecer. En este modelo el Comunicador se encuentra al lado, o bajo, el Emisor y el contenido, el nivel, los códigos, la estructura y el instrumento con el cual se produce y emite el mensaje son decididos por el Emisor. El papel del Receptor es totalmente pasivo y, en la actualidad, los mensajes de los medios masivos (que no son medios de comunicación) son de carácter manipulatorio y tienden, básicamente,
a transformar
al Receptor
en un sumiso consumidor de productos.
Codificador Decodificador
EMISOR
MEDIO
RECEPTOR
Comunicador
Retroalimentación
- Si dejamos ese modelo y comenzamos a pensar que el que era receptor pasivo pasa a ser una persona activa, con experiencias, conocimientos, aptitudes y capacidades que necesitamos despertar
o acentuar,
podemos formular
otro modelo
teórico de
comunicación: Interlocutor – Medio – Interlocutor. En este modelo el comunicador, y en particular el comunicador pedagógico, se sitúa entre ambos interlocutores, manejando
los medios
para generar
los mensajes
que son
necesarios, tanto
para el
Interlocutor minoritario (decisor político o científico-técnico) como
para el
interlocutor mayoritario o masivo (alumno o sujeto de desarrollo). Este modelo requiere tener en cuenta los niveles de conciencia del que era receptor, sus conocimientos e intereses, los códigos que maneja y el nivel con que lo hace, para proceder a ampliar su campo de intereses. Debemos partir por los códigos que maneja para introducir otros nuevos –que son parte del conocimiento que debemos compartir– en forma gradual. Hay que partir de su real nivel, para no caer en el “terrorismo académico”, y en forma gradual llevarlo a niveles diferentes,
utilizando, dentro
de las disponibilidades del
centro educativo,
los instrumentos
más adecuados
a los alumnos y a los contenidos.
INTERLOCUTOR <--> MEDIO <--> INTERLOCUTOR
Comunicador
- En cuanto a la segunda línea señalada con anterioridad, que dice relación con las condiciones familiares y socioeconómicas del alumno rural, no es tan sustantivo lo que el docente puede hacer. Si el entorno familiar no practica o propone valores positivos para un proceso educativo, es poco lo que el docente puede hacer con el niño o niña que le envía esa familia. Conforme crece el nivel de urbanización, la calidad de la vida familiar suele sufrir un deterioro que es proporcional a dicho nivel. Pero problemas como el alcoholismo, el mal trato familiar, la violencia, son una constante que afecta al alumno y que, inevitablemente, reduce
su rendimiento.
El niño
que ve leer en su hogar, valora la lectura y será lector. El que ve alcohol y maltrato, tenderá a ser un consumidor y a maltratar. El niño y el adolescente repetirán
en la escuela lo que han internalizado en la casa y en los medios masivos a los que tienen acceso, medios que, en mayor o menor medida, reemplazan en forma creciente a los entornos de socialización constituidos por el ambiente físico en que habitan. Pero lo que el niño observa en los medios es un mundo donde reina la trivialidad, donde el triunfo es tener mucho y no ser más, donde el aprendizaje es un juego sin esfuerzo, donde conocer sólo tiene valor si no exige trabajo. Y todos sabemos que el esfuerzo de aprendizaje es personal e intransferible, que
el docente
puede reducir
ese esfuerzo,
pero nunca
evitarlo.
- De más está decir que la desnutrición, o malnutrición, que frenan el normal desarrollo del sistema nervioso central, tienen gran incidencia en el rendimiento escolar y en la conducta de los alumnos como veremos más adelante. Y, desde luego, el abandono escolar tanto en las áreas rurales como en las urbanas, causado por la necesidad de que los niños desempeñen tareas remuneradas, no contribuye a facilitar el trabajo de los docentes. Por último, aunque menos sustantivo en las escuelas rurales, el hecho de que la educación se integre al mercado como mercancía y que los padres o el Estado tengan que pagar en forma directa parte de, o todos, los costos que genera la educación produce un resultado inesperado.
El cliente
tiene siempre
la razón
y la disciplina bien entendida comienza a desaparecer de las escuelas, ya que su existencia depende de los alumnos que pagan, o por los que se paga.
- Tampoco podemos dejar de lado un aspecto que tiene relación con las actividades de los docentes. A veces trabajan con un número razonable de alumnos, pero de grados o niveles muy diferentes. Ya he planteado en otras ocasiones que al docente se le tendrían que pagar tantos sueldos como grados diferentes atiende. Pero lo habitual es trabajar con grupos de dimensiones que no facilitan la tarea. Además el docente es remunerado por la cantidad de horas de clase que dicta. No se remunera la preparación de las clases, ni de los materiales necesarios para ellas, ni la socialización con otros docentes de las experiencias y de la marcha de los grupos que atiende. En cambio se lo evalúa. No estamos en contra de este proceso, si se realiza bien y se transforma en una evaluación de tipo formativo, pero… ¿por qué no se evalúan los Ministros, o los militares, o los diputados, o los senadores, o los delincuentes de guante blanco? Estos últimos tendrían, con seguridad, muy altas calificaciones, cosa
que no pienso de los anteriores.
- Pero, a despecho de todo lo anterior, hay cosas que debemos conocer y que podemos hacer para incrementar nuestra eficiencia pedagógica
y facilitar
el aprendizaje
a los alumnos que no elegimos, y que nos llegan. Ello implica acercarse a un modelo teórico del proceso de aprendizaje, del cual sea posible derivar propuestas para el proceso de enseñanza. Y ya sabemos que no hay nada más práctico que una buena teoría.
- El pensamiento es el resultado emergente de la actividad de las neuronas que constituyen el sistema nervioso: Sistema Nervioso Central, Sistema Nervioso Periférico Sensorial, Sistema Nervioso Periférico
Motriz y
Sistema Nervioso
Endocrino. Estos
cuatro sistemas
consumen energía
al operar
y operan
en forma
continua, pues
el cerebro
trabaja cuando
estamos despiertos
y cuando
dormimos, soñemos
o no soñemos, recibiendo
el 25% de toda la sangre que bombea el corazón y consumiendo el 23% de toda la energía que mantiene al cuerpo humano. Cualquier esfuerzo adicional le significa al cerebro un incremento de gasto de energía y la aparición del peor enemigo del aprendizaje: la fatiga.
- Entendemos que aquí es necesario entender la conciencia, que la entendemos como el mapa o representación que el pensamiento construye como imagen de la persona y de su entorno. Esta conciencia evoluciona con las nuevas experiencias y la adquisición de conocimientos sobre uno mismo y sobre el mundo exterior. Cuando falta el insumo “saber” el nivel de conciencia es el mítico-mágico-religioso
y ese nivel sólo nos permite el rezo o el conjuro o la danza ritual frente a problemas que debemos resolver para sobrevivir. Pero con frecuencia encontramos elementos
de gran
valor: la
farmacopea actual
tiene su
origen en
viejas y
tradicionales recetas que conocía la abuela, la “machi” o el chamán. Pero los cambios que afectan al mundo rural se producen con tal rapidez que la necesidad de conocimiento científico moderno, integrado a la sabiduría tradicional, es urgente e inmediato. Debemos llevar la conciencia al nivel de la capacidad científico–crítica, y para ello requerimos de modelos, métodos e instrumentos de comunicación pedagógica.
- Estos instrumentos sirven para producir, procesar, conservar
y reproducir
mensajes destinados
a procesos
de enseñanza
que faciliten
en el alumno el aprendizaje. Pero esos mensajes llegan a nuestro cerebro a través del Sistema Nervioso Periférico
Sensorial. Los
terminales de
las neuronas
sensoriales reciben
estímulos de
diversos tipos:
electromagnéticos (la luz), mecánicos (el sonido, el tacto y el equilibrio), y químicos (sabores y olores); además de todos los estímulos hormonales. Esos estímulos generan corrientes nerviosas, básicamente de carácter electroquímico,
que llevan
la información
del estímulo
a diversas
zonas del
Sistema Nervioso
Central donde
los estímulos
o señales
son procesados
de muy diversas formas para llegar a constituir nuevas informaciones
o nuevos
conceptos. Si
la información
es re-conocida,
simplemente refuerza la preexistente. Si no lo es, el cerebro realiza un conjunto de procesos, que a nivel neuronal se manifiestan por el establecimiento de nuevos contactos sinápticos y el establecimiento de nuevas redes que terminan configurando un nuevo concepto o información que puede operar o ser procesada más adelante. Estas tareas requieren de un elevado consumo de energía, por lo que si la nueva información, o concepto, no son utilizados con cierta reiteración en el futuro inmediato, los contactos sinápticos
son destruidos
ya que el cerebro no detecta una utilidad que justifique su persistencia.
- Estos procesos conllevan un elevado gasto de energía y pueden llegar a producir fatiga. Sabemos que la fatiga es el obstáculo más importante al aprendizaje. Es por ello que debemos buscar que los mensajes de tipo pedagógico contengan señales de información muy fuertes y niveles de ruido muy bajos, ya que procesar un ruido (estímulo que no contiene información) requiere tanta o más energía que procesar una información. Es decir, lo que los técnicos llaman relación señal/ruido
(S/R), debe
ser lo más elevada que sea posible para reducir la fatiga y facilitar el aprendizaje. Vemos pues que si el mismo terminal nervioso recibe estímulos diversos,
éstos van
a competir
entre sí
y obligar
a un esfuerzo que agota. Si, por el contrario, llevamos
la misma
información mediante mensajes que afecten más de un tipo de terminal sensorial, estaremos reduciendo la fatiga y haciendo crecer el aprendizaje. Si a la vista y el oído podemos sumar información que provenga de la actividad del Sistema Nervioso Periférico Motriz, vamos a facilitar aún más el aprendizaje. Vale repetir lo que escuchamos a un productor rural en el altiplano andino: “si lo oigo me olvido, si lo veo me acuerdo, si lo hago lo aprendo”.
- Según Mario Bunge, filósofo argentino, el Sistema Nervioso Central está conformado por dos tipos de redes neuronales diferentes: las Comprometidas y las Plásticas. Así como las primeras están genéticamente
programadas y
son las
encargadas de
las actividades
dedicadas a
la supervivencia
del organismo
(reflejo de
lactancia, automatismos de autodefensa, etc.), las redes Plásticas están a cargo del aprendizaje. Pero estas redes plantean un problema serio: si no se las pone en actividad en una edad temprana son eliminadas, ya que significan un alto costo energético y no se las usa para evitar el gasto innecesario. De ahí la necesidad de la estimulación (y no sobreexcitación) temprana
en los niños. Gran parte del componente afectivo
de la personalidad está determinado por las redes comprometidas, pero
con el desarrollo y crecimiento del ser humano, las redes plásticas van teniendo un papel cada vez más importante en el manejo de la afectividad. Desde luego sabemos que una actitud afectiva positiva frente al esfuerzo que significa el aprendizaje, lo facilita. Por el contrario, una actitud afectiva negativa, bloquea la posibilidad de que las redes plásticas operen fluidamente para lograr nuevos niveles de conciencia.
- Pero no es fácil lograr una actitud positiva en personas que no entienden el objetivo del proceso que tanto trabajo les cuesta. Es muy frecuente que se recurra a estímulos ajenos al propio proceso de aprendizaje. Si haces lo que no quieres, estudiar, lograrás lo que quieres (juguete, tiempo, etc.). Esta conducta, para muchos basada en las teorías conductistas que han regido durante mucho tiempo en el campo de la pedagogía, es válida para amaestrar animales, pero no para educar ciudadanos. En nuestra larga experiencia hemos encontrado una sola vía de estimulación válida
y la encontramos en la economía. En la teoría económica clásica (Smith, Ricardo, Pareto, Keynes) los productos pueden ser útiles o superfluos. Por el contrario, Marx plantea que todo producto hecho por la sociedad puede tener tres valores: de uso, de cambio y de signo. Hemos encontrado que si el alumno es informado en forma clara del valor
de uso que tiene el “saber” que queremos compartir con él, se genera de inmediato una actitud afectiva positiva frente al proceso que le proponemos, que es, mayoritariamente, cognitivo. A partir de ese momento lo aprendido, con toda la satisfacción que significa explicar el mundo y su acontecer, se transforma en un nuevo estímulo para seguir el proceso de aprendizaje. Es posible que el valor de signo –el título o cartón–, pueda tener más valor de uso del que le atribuimos a primera vista, ya que forma parte de los antecedentes que todos necesitamos para encontrar trabajo, pero claramente saber solucionar problemas
o tener
experiencia es
muchas veces
más importante
y valorado
que los
antecedentes.
- Vemos entonces que incrementar la relación señal/ruido, haciendo que los estímulos que llevan información superen
a los que no la llevan, es un elemento básico para facilitar el aprendizaje. Reconocer el nivel y los códigos que maneja el alumno, reconocer su cultura, para empezar desde ahí nuestra tarea y facilitar el incremento de nivel y la incorporación de nuevos códigos y conceptos, es otro elemento útil. Denunciar la utilidad que el tema tiene para la vida del alumno, es fundamental para obtener actitudes positivas frente al esfuerzo que, inevitablemente,
conlleva el
aprendizaje. Partir
de lo fácil para llegar gradualmente
a lo difícil, evitará el bloqueo de la actividad intelectual
del alumno.
Partir de
lo concreto
para, por
pasos crecientes,
llegar a
lo abstracto,
facilitará el
procesamiento de
las nuevas
informaciones por
las redes
neuronales. Reiterar pedagógicamente, y no redundar machaconamente,
ayudará al
establecimiento definitivo de los contactos sinápticos que implica un nuevo conocimiento. Utilizar varios estímulos y terminales nerviosos
para compartir
la misma
información, redundará en la creación de más contactos y redes a cargo del mismo conocimiento. Incorporar actividades
psicomotrices que
pongan en
acción el
Sistema Nervioso
Periférico Motriz,
facilitará y
reforzará el
aprendizaje. No
podemos olvidar
que el sistema nervioso aparece en los seres vivos cuando comienzan a desplazarse y requieren de sensores, procesadores
y ejecutores
de decisiones.
Las plantas
no tienen
sistema nervioso
porque no
tienen que
elegir hacia
dónde desplazarse.
- Son estas algunas de las propuestas, pero no todas, que derivan del modelo de aprendizaje mediante redes neuronales y el establecimiento de contactos sinápticos entre neuronas y entre redes. Hemos probado el modelo en multitud de situaciones, la mayor parte de ellas en el área rural capacitando productores, usando instrumentos audiovisuales,
gráficos y
literarios y,
como comprobación
del aprendizaje,
trabajos prácticos
que facilitaron
la operación
del sistema
motriz. El
modelo ha
demostrado una
elevada eficiencia
y racionalidad.
Queda en
manos de
otros probarlo
y enriquecerlo,
corregirlo y
mejorarlo.
PAUTA DE CONTROL PEDAGÓGICO DE CLASES Y
CURSOS.
Está destinada a dotar al docente, comunicador pedagógico, o capacitador, de un elemento de control para su actividad y propuestas didácticas,
con el fin de facilitar el aprendizaje a los participantes de los cursos.
La pauta ya fue enriquecida a través de diversas experiencias de uso, pero debe enriquecerse aún más y modificarse cada vez que la experiencia lo exija.
ASPECTOS GENERALES PREVIOS.
1. ¿Ha identificado a los participantes en el curso?
2. ¿Ha identificado el tema en función de las necesidades del participante?
3. ¿Ha relacionado el tema del curso con las condiciones globales de contorno?
4. ¿Ha relacionado el tema con las condiciones de contorno concretas?
5. ¿Ha reconocido el nivel de conocimiento que, sobre el tema, tienen los participantes?
6. ¿Ha planteado el problema que el curso quiere enfrentar mediante nuevos conocimientos?
7. ¿Ha planteado, si existen, los límites y riesgos en el uso de los contenidos del curso?
8. ¿Ha planteado el impacto del problema sobre la vida del participante?
9. ¿Ha establecido los contenidos, nivel, estructura y códigos en función de los participantes?
10. ¿Ha fijado la duración y cantidad de contenidos en función de los participantes?
PRIMERA SESIÓN
1. ¿Se ha presentado y ha hecho presentarse a los participantes?
2. ¿Ha pedido a los participantes sus expectativas con respecto al curso?
3. ¿Ha explicado los contenidos del curso y de cada clase y el valor de uso de cada uno?
4. ¿Ha planteado los límites de acción del conocimiento que pretende compartir el curso?
5. ¿Ha explicado los elementos didácticos que utilizará en el desarrollo del curso?
6. ¿Ha explicado los aportes que deben realizar los participantes?
7. ¿Ha explicado el por qué de los apuntes?
8. ¿Ha explicado cómo se evaluará el curso, si hay evaluación?
9. ¿Ha planteado, si lo hay, el seguimiento a la actividad pedagógica?
10. ¿Ha realizado la síntesis de los avances hasta el fin de la clase?
11. ¿Ha avanzado el contenido de la clase siguiente?
CLASES SUBSIGUIENTES.
1. ¿Recapituló lo visto hasta el momento?
2. ¿Vinculó el tema de la clase con las otras y otros temas?
3. ¿Se avanzó el contenido de la clase?
4. ¿Se explicó el valor de uso de dichos contenidos?
5. ¿Se explicaron los "por qué" científicos de los "cómo" tecnológicos?
6. ¿Se explicaron, al utilizarlos, los nuevos códigos necesarios?
7. ¿La duración de la clase es adecuada al nivel del participante?
8. ¿Ha preparado todos los elementos didácticos que utilizará?
9. ¿Se ordenó el conocimiento de lo general a lo particular?
10. ¿Se ordenó de lo simple a lo complejo?
11. ¿Se ordenó de lo conocido a lo nuevo?
12. ¿Se ordenó de lo fácil a lo difícil?
13. ¿Se ordenó de lo concreto a lo abstracto, por pasos crecientes?
14. ¿Se pasó de la inversión baja a la inversión elevada?
15. ¿Se hicieron los resúmenes y reiteraciones necesarios?
16. ¿Se indujo a los participantes a situar los nuevos conocimientos en un actividad productiva?
UNA HIPÓTESIS DE TRABAJO SOBRE LA
EDUCACIÓN.
La educación de una persona, entendida como la conformación de su conciencia, es un proceso que se inicia, posiblemente, alrededor del cuarto o quinto mes de desarrollo del feto y que prosigue, tras el nacimiento, en forma permanente. Al menos en aquellos felices casos en que el individuo no parece nacer con ochenta años cumplidos y una marcada incapacidad para incorporar nuevas informaciones, habilidades intelectuales o destrezas psicomotrices.
A grandes rasgos, el proceso de educación se produce en tres ámbitos: la familia, la escuela y la sociedad. Ello en forma independiente de que consideremos que los intentos formalizados nos permiten diferenciar entre la propuesta de conformar ciudadanos conscientes, o educación en general, o conformar ciudadanos productivos, o capacitación.
En las ciudades, que cada día concentran una proporción mayor de la población de nuestros países, la revolución industrial del siglo XIX finalizó con la familia extensa y los modelos de economía vigentes están a punto de terminar con la familia nuclear. En las áreas rurales este proceso es menos pronunciado y más lento.
La relación con la familia es, gradualmente, reemplazada
por la relación con medios de tipo electromagnético,
televisión e internet; los juegos reemplazados por juguetes electrónicos; ambos reemplazan gran parte de las relaciones sociales; y se espera su vigorosa incorporación
a los procesos formales de enseñanza. Como decía un autor: ¿Quién se encargará del desarrollo de las personas?
Durante diversos procesos de implementación de sistemas de comunicación para el desarrollo y en particular de comunicación pedagógica,
o Pedagogía Multimedial, tanto en áreas rurales como en zonas urbanas con alto nivel de marginalidad, varios comunicadores necesitaron la formulación de diversas hipótesis sobre aspectos del trabajo: sobre desarrollo y subdesarrollo, sobre la racionalidad rural y campesina, sobre diseños de tecnología audiovisual,
etc..
Para que las propuestas, nacidas en entornos urbanos y puestas en acción por organizaciones internacionales
y gobiernos, fueran funcionales para los destinatarios, en vez de limitarse a transformarlos en objetos destinados al cumplimiento de metas, no bastaba que respondieran a las necesidades y posibilidades de los interlocutores. Era necesario, además, que los mensajes pedagógicos trataran los temas a partir del nivel y con los códigos y estructura de relato que les eran comprensibles. Pero pronto resultó necesario acercarse a los modelos de aprendizaje de dichos interlocutores, para reformular nuestros modelos de enseñanza.
Se formuló, como consecuencia, una nueva hipótesis: la existencia de dos modelos de enseñanza-aprendizaje: un modelo o sistema de educación dirigida, y un modelo o sistema de educación natural.
Dentro del primer modelo agrupamos todos los procesos intencionales, explícitos, conscientes y deliberados de educación, sean ellos formales o informales, del gobierno o privados.
Dentro del segundo modelo agrupamos todos los procesos implícitos, no siempre conscientes ni deliberados, generalmente
no formales, que en el interior de diversos grupos sociales llevan a la producción, conservación y reproducción de los valores éticos, culturales y productivos, que el grupo requiere para su supervivencia.
Los listados siguientes tratan de comparar algunos parámetros o características de estos dos modelos:
EDUCACIÓN
DIRIGIDA
EDUCACIÓN NATURAL
Rígida
Flexible
Explícita
Implícita
Nivel básico de formalización Escaso o nulo nivel de formalización
Valora métodos formalizados
Valora métodos tradicionales de
transmisión del
conocimiento
Espacios definidos y exclusivos
Espacio familiar y productivo
Valores universales
Valores locales y tradicionales
Enfoque por rubros
Enfoque integral
Plazos, periodos y horarios acotados Permanente
y prolongada
Juzga, sanciona y premia el docente Evaluada
por la realidad social y
productiva.
Relación de dominante a dominado Relación
social dialógica.
Contenidos abstractos
Contenidos reales.
Básicamente teórica
Casi exclusivamente práctica.
Verbalista
Demostrativa y concreta.
De aplicabilidad limitada
De aplicabilidad total.
Se aprueba a si misma en forma teórica Se aprueba en la pr'actica.
Libros de texto y escasa practica Experimental, verbal y visual.
Escaso valor de uso
Valor de uso total.
Con frecuencia alto valor de cambio
Sin valor de cambio alguno.
A veces alto valor de signo Carece de valor de signo.
Incorporación rápida de nuevos aportes
Incorporación lenta de nuevos aportes.
Desvinculada de la realidad Inmersa en la realidad.
Difusión rápida de nuevos conocimientos
Difusión lenta de conocimientos.
Hay especialista en educación Todos enseñan y aprenden.
Urbana
Rural y urbano marginada.
Maestros y alumnos
Padres o abuelos, hijos y nietos.
Fragmenta contenidos Integra
sobre un tema.
Teoría previa a la práctica Si formaliza, lo hace post–práctica.
Impuesta
Requerida sin explicitación.
Impone códigos culturales Opera
con códigos propios.
Acrítica
Dialéctica.
Genera conciencia global
Genera conciencia limitada.
Visión científico-crítica
Visión mágico-religiosa.
Aplicación diferida en el tiempo Aplicación inmediata.
Reproducción formalizada rápida Reproducción informal lenta.
Marcos teóricos (Científicos)susceptibles Marcos teóricos (míticos) no
de prueba
susceptibles
de prueba.
Esta enumeración ya ha crecido y cambiado, y puede crecer y cambiar aún más, pero es lo bastante clara como para fundamentar algunas de las modalidades y metodologías de las propuestas de comunicación pedagógica para el desarrollo que se han llevado a la práctica. En principio tomando la propuesta de enseñanza-aprendizaje que nos expresó un campesino del altiplano: "Si lo oigo, me olvido; si lo veo, me acuerdo; si lo hago, lo aprendo".
Pero como entendemos que los grupos más marginados de la sociedad, sean rurales o urbanos, están sometidos a cambios bruscos y acelerados, y que para ese ritmo lo modelos que pudieron ser parcialmente funcionales
en el pasado, han dejado de serlo, hemos tomado elementos de cada uno de los modelos para conformar el que aplicamos.
J. Manuel Calvelo Rios
Santiago, 25 de Agosto de 2008