Pedagogía y Comunicación
Pedagogía y Comunicación

Entropía

 

La Segunda Ley de la Termodinámica, como intento aproximado para explicar científicamente ciertos comportamientos de la materia y la energía, refleja algunos procesos encontrados en la naturaleza y permite, dentro de los límites de nuestros conocimientos actuales, predecir otros con un determinado nivel de precisión. Además facilita el tratamiento matemático de los datos en los que se basa.

 

Esta Ley nos dice que la materia y la energía tienden a un nivel de estabilidad total, a una situación en la cual la carencia de diferencias de energía no permite realizar trabajo, es decir a un incremento constante de la entropía.

           

Nos dice también que no podemos realizar transformaciones completas de energía, ya que en cualquier transformación, una parte de la misma se pierde bajo la forma de calor.

           

Todos los procesos físicos y biológicos conllevan un incremento del desorden y un aumento de la entropía, por lo tanto una disminución de las diferencias de energía y de la capacidad de transformarla en trabajo.

           

En forma aproximada podemos entender la entropía como el incremento del desorden. Y, en contraposición, podemos asimilar la aplicación de la información orientada a cualquier tipo de proceso a una disminución de la entropía, dado que la información, bien utilizada, puede significar incrementos en el nivel de ordenamiento de cualquier sistema.

 

La información que, construida y compartida denominamos comunicación, no es ni materia ni energía, aunque se asienta en ellas como soporte, implementando formas de organización de las mismas y de sus interacciones.

 

Se considera que los puntos de entropía mínima, en el universo, se encuentran o están localizados en los seres vivos, con todas las dificultades que existen para definir la diferencia entre lo vivo y lo inerte. Y, si bien la tendencia total es hacia el aumento de la entropía, los seres vivos son puntos de entropía negativa, o negentropía, a costa de su aumento en otros sistemas.

 

Y, si asimilamos negentropía al resultado del uso de la información, el punto de mínima entropía en los seres vivos se localiza en el código genético, donde encontramos la mayor cantidad de información almacenada en el mínimo volumen de materia.

 

Es la información almacenada en el código genético la que, utilizando energía exterior al sistema Tierra, energía solar, procede a transformar y reordenar la materia inorgánica para conformarla como seres vivos. Es decir, a pasar de sistemas de elevada entropía (materia inorgánica, en  desorden) a sistemas de menor entropía (seres vivos, más ordenados).

 

Y el hombre, como máxima expresión de negentropía conocida, vive utilizando oxígeno (producido por otros seres vivos) y alimentos (organismos vivos) que descompone, obteniendo de ellos la energía solar que acumularon, conducidos por la información contenida en su código genético e incrementando la entropía del sistema externo a él, para reducir la suya.

 

En términos metafóricos podríamos decir que las personas adultas se alimentan de información, ya que, en el caso de un adulto, el análisis de lo que ingiere y lo que excreta nos demuestra que es lo mismo en términos de elementos químicos.

 

Encontramos pues que la materia o su manifestación como energía, muestran en el Universo que conocemos hasta ahora, dos líneas antagónicas: la del incremento constante de la entropía en el mundo inorgánico y la aparición de puntos singulares de negentropía, los seres vivos. Estos últimos, debido al elevado consumo de energía que requiere la materia así organizada para persistir y reproducirse, contribuyen aún más a la tendencia global al aumento de la entropía.

A nivel social es claro que la persona sólo es tal en la medida en que convive en sociedad. Supuestamente la sociedad es un nivel más elevado en la convivencia de organismos humanos, y este nivel se alcanza mediante flujos de información que constituyen sistemas de comunicación. Sin comunicación ninguna persona puede conformar sistemas más complejos como la familia, la familia extensa, la tribu, la comunidad, etc.. De nuevo es la información la que permite conformar estructuras de mayor envergadura.

 

En un intento aproximado definimos al campesino como el primer productor que reduce la entropía, en contraposición al agricultor que practica la agricultura del petróleo, que consume más energía que la que produce. De acuerdo a Steinhard y Steinhard, en los Estados Unidos se consumen nueve calorías (en su mayor parte originadas por combustibles fósiles, no renovables) para producir una caloría de alimentos.

 

Hace falta una reflexión, y serían convenientes y oportunas mediciones, sobre el papel entrópico del investigador científico y del comunicador, quizá los otros dos tipos de productores sociales que pueden contribuir a reducir la entropía que genera nuestra sociedad para existir.

 

El agotamiento de los combustibles fósiles, en cuyo consumo se basa la existencia de la agricultura del petróleo, previsible en plazos históricos relativamente cortos, nos lleva a la necesidad de analizar las conductas productivas y los fundamentos científicos y tecnologías derivadas que subyacen en los modelos productivos del campesino. Modelos fundados, básicamente, en el uso de la información almacenada en el germoplasma, suelos y agua disponibles, energía solar,  la propia energía del productor o de los animales que él mismo puede reproducir en forma autónoma y la información o conocimiento, heredado o adquirido, que posee sobre sus propios procesos productivos.

 

Si entendemos, en una definición limitadamente operacional, que la comunicación es el conjunto de procesos de producción, a veces conservación, y uso de mensajes, podemos definir la información como el flujo de los mismos; la educación como la incorporación de los contenidos de los mensajes al campo de conciencia del interlocutor; y la posibilidad de aplicar algunos de los contenidos de los mensajes a la realidad productiva, como capacitación. La capacitación sería, entonces, la suma de información, destrezas intelectuales y destrezas psicomotrices capaces de manifestarse como conductas productivas.

 

Es posible diseñar una experiencia que permita una primera aproximación a la medida de algunos parámetros para establecer la negentropía introducida en un sistema productivo por el aporte del insumo conocimiento.

 

Los componentes y pasos de esta experiencia, de la que se obtendrían, básicamente, elementos para un diseño de mayor envergadura, son los siguientes:

 

1.   Seleccionar un producto vegetal, de ciclo anual, que pueda encontrarse tanto en las líneas de producción de la agricultura campesina, como en la del petróleo.

 

2.   Analizar detalladamente las diversas etapas del proceso productivo y tareas culturales; establecer la duración de cada una de ellas y el número de las mismas.

 

3.   Establecer una cantidad de parcelas, con las condiciones más similares que sea posible, igual  al número de etapas más dos, que operarán como parcelas testigo.

 

4.   En una de las parcelas testigo introducir la semilla del producto, en condiciones que deben acotarse, y no volver a intervenir hasta el momento de la cosecha.

 

5.   En la segunda parcela testigo, introducir la semilla y acompañar el proceso cultural usando exclusivamente mano de obra no mecanizada. En esta parcela se aplicarán todos los conocimientos de que dispone el campesino para este tipo de cultivo.

 

6.   En cada una de las otras parcelas, se operará con el modelo de agricultura del petróleo, utilizando maquinaria e insumos químicos en las formas y cantidades propias de la agricultura del petróleo. El proceso se interrumpirá gradualmente en cada una de las parcelas, de tal forma que solamente una estará sometida a todas las tareas culturales. Las demás, escalonadamente, serán abandonadas por dichas tareas, una por una, en cada una de las etapas determinadas.

 

7.   Al finalizar se efectuarán las mediciones y cálculos correspondientes. Es conveniente utilizar como unidad la caloría. Se determinará la producción de cada una de las parcelas. Se medirá la cantidad de insumos aplicados a cada una de ellas.

 

La diferencia entre la primera parcela testigo y la segunda, permitirá aproximarse a la determinación de la reducción de la entropía causada por el uso del conocimiento. Las diferencias entre estas dos mediciones y las de las siguientes parcelas, nos pueden proporcionar la medida del incremento de entropía generada por el uso de insumos externos a la actividad propia del campesino.

 

Es posible, y quizá conveniente, que esta primera experiencia de como resultado más preguntas que respuestas, pero permitirá afinar el método para obtener determinaciones más precisas, en condiciones más controladas.